Personalidad Sensible!

Muchas personas son muy sensibles a las emociones de otros. Podrías tener la capacidad de empatizar con otros, con frecuencia, hasta el punto en el que puede ser perjudicial para ti, como persona altamente sensible. Contar con límites firmes, pero amables, puede ayudarte a aprender a priorizar tus propias emociones. Luego podrás crear espacios emocionales, sociales y físicos para ti, en los cuales podrás prosperar sin que las emociones de otros te afecten de forma negativa.

Analiza si eres una persona altamente sensible. Una persona altamente sensible (PAS) se emociona y se pone sentimental con facilidad. Algunas de las características principales de una PAS son las siguientes:

  • Detalles sensoriales: aprecias los detalles que tus cinco sentidos perciben, las telas se sienten delicadas, los colores intensos, los sonidos ricos, etc.
  • Matices de significado: comprendes los significados ocultos y no tomas decisiones de forma apresurada.
  • Conciencia emocional: te encuentras en sintonía con tu salud emocional y tienes el potencial para cuidarte mejor debido a esta consciencia.
  • Creatividad: es probable que seas muy creativo, pero introvertido.
  • Mayor empatía: eres muy sensible a las emociones de las otras personas.

Determina si eres empático. Una persona empática es alguien que es especialmente sensible a las emociones de otras personas en general, y mucho más que la mayoría de las personas. Todas las personas empáticas son PAS, pero no todas las PAS son empáticas. Estos son signos que podrían indicarte que eres una persona empática:

  • Sientes el miedo, la ansiedad y el estrés de las demás personas. Puedes atraer estos sentimientos hacia tu cuerpo y convertirlos en tu propio dolor y síntomas físicos. Estas no siempre son personas que no conoces o no te agradan. Tus amigos, familiares y colegas también te afectan.
  • Te sientes exhausto y agotado con rapidez, e infeliz cuando estás en la presencia de grupos de personas.
  • El ruido, los olores y el exceso de conversaciones pueden ponerte nervioso y ansioso.
  • Tienes que estar solo para recuperar tu energía.
  • Es menos probable que intelectualices lo que sientes. Lastiman tus sentimientos con facilidad.
  • Eres una persona bondadosa, generosa, espiritual y un buen oyente por naturaleza.
  • Sueles asegurarte de tener un plan de escape para poder alejarte rápido, como llevar tu auto a los eventos, etc.
  • La intimidad de las relaciones cercanas puede hacer que te sientas sofocado o que pierdas tu identidad.

Identifica en qué momentos eres más susceptible a absorber las emociones de los demás. No todos se ven afectados por otras personas en la misma medida o ni siquiera de formas necesariamente similares. Sin embargo, todos tienen momentos en los que las personas que los rodean influyen en sus emociones. Trata de aprender en qué tipo de situaciones ocurre mayormente para ti.

  • Supervisa cómo te sientes cuando estás cerca de otras personas. Asimismo, préstale atención a las emociones que surjan con mayor frecuencia. ¿Tus emociones se ven influenciadas cuando estás cerca de alguien a quien tratas de impresionar? ¿Las influencia una persona que te intimida? ¿Te sientes abrumado cuando estás en un grupo de personas?

Reconoce a las personas que te hacen sentir mal. Las personas particularmente difíciles para los empáticos incluyen a las que critican, las víctimas, las narcisistas y las controladoras. Estas personas suelen llamarse “vampiros emocionales”.
  • Evalúa a las personas que te rodean. ¿Te critican mucho? ¿Tratan de manipularte? ¿Hablan constantemente sobre ellas? ¿Alguna vez te preguntan cómo estás?
  • Cuando sepas cómo identificar estos comportamientos, podrás protegerte de ellos. Esto incluye a alejarte de su presencia y decirte “Respeto quién es esta persona por dentro, incluso si no me agrada lo que hace”.

Determina cuáles son tus necesidades y valores. Identifica qué es lo que realmente necesitas y lo que no pondrás en peligro. Estas son tus prioridades más valiosas y elementos no negociables, como tu salud, tus hijos, etc. Después de establecer qué es lo que definitivamente necesitas para vivir en paz, podrás empezar a establecer límites.

  • El otro aspecto es determinar en qué puedes ser flexible. ¿Qué estás dispuesto a poner en peligro, reducir o a qué puedes renunciar?

Expresa tus necesidades a tus seres queridos. Cuando necesites un poco de espacio para procesar tus propios sentimientos y relajarte, díselo a tus seres queridos. Por ejemplo, comunicar tus propias necesidades ayudará a tu pareja a comprender por qué te alejarás por un momento. Cuando esta persona comprenda tus motivos, tu relación podrá fortalecerse mientras consigues el espacio que necesitas.


Planifica cómo responderás a las situaciones difíciles. Cuando afrontas una situación difícil, podrías darte cuenta de que estás haciendo que tus límites sean demasiado flexibles. Si planificas tu respuesta con anticipación, podrás mantenerte más firme.

  • Por ejemplo, ¿cómo responderías si un amigo necesita a alguien que escuche sus quejas sobre el trabajo? Podrías decirle “Quiero escucharte sobre la situación en tu trabajo, pero solo tengo 10 minutos para conversar hoy”. Luego, escúchalo por 10 minutos.
  • En otro ejemplo, digamos que tienes un compañero de trabajo que siempre abandona los proyectos a último minuto y tú solucionas el problema para reducir su estrés. Podrías establecer un límite diciendo “Esta vez tengo mi propio trabajo que culminar. Lo siento, pero en estos momentos no puedo ayudarte”.

Establece límites de tiempo. Saber cuánto puedes tolerar y seguir ese límite es vital para garantizar tu bienestar mental. Establece límites amables pero significativos para las personas que te abruman.
  • Por ejemplo, no te pases dos horas escuchando a alguien hablar si solo puedes aguantar 30 minutos. Inventa una excusa y abandona la situación.


Aprende cómo depender solo de ti. Conoce tus propias emociones, sentimientos, deseos y necesidades. Mantente firmeante los demás para que puedas conseguir lo que necesitas para sentirte feliz y realizado. Si constantemente dependes de los demás para determinar cómo te sientes o cómo debes actuar, por lo general adoptarás sus emociones y reacciones. En lugar de ello, prioriza tus necesidades y deseos aprendiendo a actuar por tu cuenta.

  • No esperes a que otras personas te den su permiso para actuar. Puedes tomar tus propias decisiones sin pedir la aprobación de ninguna otra persona. Empieza con decisiones pequeñas. No le preguntes a nadie si una prenda luce bien en ti antes de comprarla, solo cómprala si te gusta. Toma decisiones más importantes poco a poco sin pedir la opinión de otras personas. Esto desarrollará tu autoconfianza y creará un espacio para que tus propios sentimientos y necesidades sean claros.
  • Asegúrate de no tener que depender de otras personas para superar las situaciones difíciles. Lleva tu auto o aprende a llegar a casa con facilidad cuando sea necesario. Cuenta con el dinero suficiente para poder solucionar las cosas de otra forma si empiezas a sentirte abrumado.

Crea tu propio lugar privado en una casa que compartas con otros. Pídele a las otras personas que respeten tu descanso, durante el cual podrás rejuvenecer. Organiza un espacio para ti para cuando necesites alejarte de ciertas situaciones o te sientas más vulnerable, como cuando estás cansado. Esto es importante en especial para evitar que adoptes demasiado los sentimientos de tu pareja. Busca un lugar que asocies con la paz y la tranquilidad.

  • Lleva contigo una imagen de una cascada o de un bosque frondoso y mírala cuando te sientas abrumado.

Date un espacio físico cuando estés en un lugar público. Contar con un espacio físico cuando, por ejemplo, te encuentras en un grupo de personas puede ayudarte a encontrar un poco de espacio emocional. Cuando hayan muchas personas cerca, busca lugares en los que puedas refugiarte, como sentarte al borde o pararte lejos.

  • Si eres una PAS y eres mucho más sensible a tu entorno, haz un esfuerzo consciente para elegir lugares que te brinden un espacio emocional. Por ejemplo, cuando estés en un restaurante, siéntate en una mesa en la que puedas apoyar tu espalda contra la pared. No te sientes en una mesa en el centro o cerca de los baños o la basura.

Desarrolla un sentido de paz interior. Aprende a enfocarte en las situaciones angustiantes concentrándote en tu respiración o imaginando un lugar que te haga feliz. Esta puede ser una herramienta grandiosa que puedes usar cuando te sientas absorbido por las emociones de otras personas. Continúa exhalando la negatividad e inhalando calma por unos minutos. Esto ayuda a estar consciente de lo que ocurre y purificar el miedo u otras emociones difíciles.

  • Visualiza a la negatividad como una niebla gris que sale de tu cuerpo y a la esperanza como una luz dorada que ingresa en él. Esto puede producir resultados rápidos.
  • Prueba el yoga y las técnicas de respiración. Estas prácticas recurren al enfoque emocional y un refugio seguro en los momentos de zozobra. Tus hábitos de respiración se han desarrollado de forma única según el ritmo de tu propia vida. En ocasiones, pueden evitar que obtengas la cantidad óptima de oxígeno en todo tu cuerpo en los momentos adecuados. Sin embargo, puedes alterar tu respiración practicando yoga u otras técnicas de respiración, los cuales pueden brindarte un mayor control de las emociones negativas cuando empiecen a brotar.

Cultiva emociones positivas que aumenten tu fuerza interior. Si estás rodeado de paz y amor, prosperarás con la misma intensidad con la que las emociones negativas te debilitarían. Los estudios demuestran que cuando tienes más emociones positivas, sientes más satisfacción en tu vida.

  • Piensa en alguien que ames. Piensa en la calidez y la alegría que sientes cuando estás cerca de esa persona. Ahora aplica ese sentimiento a alguien que conozcas menos. Busca algo sobre esa persona que te haga feliz, luego aplica ese mismo sentimiento a las otras personas que te rodean. Conforme aprendas a reconocer los rasgos positivos de las otras personas, podrás desarrollar emociones positivas en tu persona que te mantendrán enfocado en lo bueno de la vida, lo que a su vez reprimirá la negatividad.
  • Desarrolla otras emociones positivas. Sonríe con frecuencia. Cuando sonríes, tu cerebro libera químicos que mejoran la actitud positiva en tu mente.
  • Haz cosas que adores. Cuando practicas un pasatiempo que disfrutas, te rodeas de sentimientos positivos.

Busca a personas y situaciones positivas. Rodéate de personas que te hagan sentir bien y te brinden su apoyo. Al igual que la negatividad, la actitud positiva puede influenciar en tu bienestar. Es probable que no puedas dejar de ser sensible a las emociones de otras personas por completo, así que es mejor elegir a las personas positivas en lugar de las negativas.

  • Llama a un amigo que vea lo bueno de los demás. Pasa tiempo con un colega que afirme el lado positivo de las cosas. Escucha a las personas esperanzadoras. Disfruta de palabras, canciones y tipos de arte esperanzadores.

Controla tu sobrecarga emocional. Algunas personas son empáticas y son por naturaleza más sensibles a lo que ocurre en su entorno; por ello, pueden sentirse abrumadas en las situaciones que otras personas ni siquiera considerarían incómodas. Sin embargo, sin importar lo particularmente sensible que seas, no necesitas obedecer a tu capacidad para absorber las emociones de otros.

  • Reconoce que ciertas situaciones podrían ser demasiado abrumadoras para ti. Aléjate de estas situaciones. Por ejemplo, si sabes que absorberás el estrés de las personas que hacen sus compras de Navidad, evita ir a las tiendas durante esta época del año.

Reconoce tu creatividad interior. Las PAS suelen exhibir un mejor grado de creatividad en las actividades artísticas. Además, algunos filósofos describen a la capacidad para la creatividad como algo esencial para el crecimiento y la transformación. La creatividad es algo que todos somos capaces de alcanzar, sin importar si en algún momento hemos tomado un pincel o no. En este sentido, el arte puede ocurrir cada vez que tienes una conversación con alguien o incluso cada vez que preparas el desayuno. Esto hace que aprendas cómo volverte más creativo en tu vida cotidiana.

  • Experimenta con tu estilo personal o tus actividades diarias. Esta puede ser una forma grandiosa de convertir una sensibilidad excepcionalmente elevada a los estímulos de tu entorno en un don, en lugar de una maldición.

Convierte tu empatía en una acción positiva. Cuando te sientas abrumado por las emociones de los demás, usa este sentimiento a tu favor realizando algo positivo. Elige una causa que sea relevante para las emociones que sientas.

  • Por ejemplo, el simple hecho de caminar cerca de las personas sin hogar que están en las calles podría causarle dolor a una persona altamente sensible. Este sentimiento podría hacer que evite frecuentar las ciudades o ciertos vecindarios para evitar este dolor. Dedica tu energía emocional a algo constructivo. Podrías hacer trabajo voluntario en un refugio para personas sin hogar u ofrecerte para comprarle una comida a una persona sin hogar. Escucha la historia de esta persona.

Sé compasivo contigo mismo. Aprende a emplear la compasión como una forma de defenderte contra las emociones abrumadoras. La compasión te permite mostrarle empatía a otras personas, pero también requiere que seas compasivo contigo mismo. Esto significa que no tienes que sentirte culpable por querer dejar de sentirte abrumado.

  • Ten en cuenta tu condición humana común. No eres el único que tiene esos sentimientos. Al reconocer que tus sentimientos forman parte de una experiencia humana común, no te sentirás tan aislado. Por ejemplo, si te sientes abrumado, puedes decirte “Todos se sienten abrumados en ocasiones”.

Acéptate por quien eres. En ocasiones, ser altamente sensible a tu entorno puede hacerte sentir fuera de sintonía con los demás, en especial cuando todos los que te rodean parecen ser extrovertidos o sociables. Esto se debe a que las PAS y los empáticos por lo general pueden ser introvertidos. Es más, aproximadamente el 70 % de las PAS son introvertidas, por lo que podrías sentir que no te entiendes con las personas que te rodean. Sin embargo, dado que tu grado de sensibilidad es propio de tu cuerpo, es esencial que aceptes estos sentimientos como parte de tu persona.

Ponte en diversas situaciones. La empatía suele ocurrir de forma espontánea y puede producir emociones muy diferentes dependiendo de la situación. Si todos los días te encuentras rodeado de las mismas personas, será difícil para ti determinar con precisión qué tipos de personas provocan determinadas emociones. Cuando experimentes una situación que normalmente evitarías, podrías notar que respondes diferente.


  • Practica un nuevo pasatiempo o ve a una fiesta en la que no conozcas a muchas personas. Estar en un entorno nuevo podría darte la libertad de responder diferente.
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